domingo, 29 de marzo de 2020

Todo el amor que en mí crece,
Que se transforma y se cede,
Que me abandona y me mece
Es sólo un boceto,
Un dibujo a mano alzada,
Un tarareo en voz baja.

Lo voy recogiendo por los rincones,
Lo descubro en los huecos,
Rellenando vacíos, salvando recuerdos,
Preservando tus facciones.

Vuela libre, vuela lejos
Vuelve siempre, 
Estará aquí
Con otra forma, en otros cuerpos
Este amor que es para ti.



miércoles, 29 de enero de 2020

“Han sido demasiados años”, me lo repito mientras intento curarme, calmarme.
“Ha sido demasiado daño”, mientras que intento que todo sane.

Que una vida dedicada a dar, sólo te deja con las manos vacías
Y que no te enseña a gestionar lo que recibes, te obliga a aceptarlo.

Menos mal que he llegado a este punto de inflexión con mi edad, cuando aún no es tarde.
Cuando aún puedo desaprender años de dolor y transformarlos en riqueza, en amor.
Hacia mí misma, porque ya era hora de empezar.

El tiempo no cura nada, y eso lo sabe todo el mundo, pero a veces ayuda a que todo se calme, a que todo se enfríe, a que todo vuelva a su ser. Estoy volviendo al mío (aunque de momento todo esto no sea más que un vago boceto)

No es fácil, ya lo sé. Te juro que hubo un tiempo en el que no era tan complicado, tan complicada. Hubo un tiempo en el que podía con todo.

Ese tiempo que fue sólo tuyo. 
La energía de toda una vida concentrada en años.
En tardes de metro
En todas mis primeras veces, porque ya no me quedan más.

Hoy me doy cuenta de que eso no me correspondía.
(Volvería a repetirlo)
Pero se ha cobrado muchas sonrisas y muchas horas de sueño
Muchas caricias, muchos “te quiero”
Que ya no salen porque tienen miedo.
Porque no se encuentran el sentido.

Han sido demasiados años, son demasiados años, 
porque en parte, no acaba nunca

Pero necesito pausarte a ti también, un tiempo
Porque necesito saber qué quiero, quién soy.
Porque siento que sin ti no tengo nombre, y necesito cambiar eso.

Volveré, te lo juro, cuando todo esté más calmado, mi persona.
Seguimos siendo espada y escudo, pero por primera vez en 11 años, siento que necesito deshacer el nudo
Ahí donde las palabras correctas se esconden, en un lugar equivocado
me encuentro.
En una burbuja que se compone de mi propia energía, y que me aísla del frío,
las estoy buscando.

A veces tienen tu perfil, y te grito que me las digas.
Perdón por la exigencia
pero las necesito.

Ahí donde quiera que estés, está la respuesta.
El abrazo que no voy a tener nunca
La cicatriz de mi herida.
Un mar picao’ que calma.

La eternidad del alma
Con todas sus acepciones,
Con todas mis decepciones.

Hace mucho que no escribo,
Y eso no nos hace bien a ninguno.
(Los dos nos morimos un poco más cuando no lo hago)

lunes, 4 de noviembre de 2019

borrador 16.12.17

nos vamos a comer el mundo
y vamos a dejar a todos con el hambre
la envidia, y las ganas
de ser nosotros.

dame tiempo, 
para demostrarte que siempre consigo lo que quiero
y lo mantengo
y lucho por ello,
para enseñarte que se nos va a quedar pequeño.

dame tu tiempo
para alimentar el mío,
y poder enseñarte que nunca es tarde
si siempre vuelves,
si nunca te has ido.

dame las ganas,
aunque ya te digo que me sobran,
pero dámelas y hagamos que ardan.

dame tus ganas 
para sumarlas las mías,
de amanecer a tu lado
como aquel primer día 

Y joder, noviembre otra vez.

¿cómo encajo esto? ¿Cómo encajaríamos los dos este mes después de 11 años, si pudiéramos?
Tal vez nos dolería mucho, no ser capaces de olvidar, no ser capaces de tenernos
Tal vez nos tendríamos y celebraríamos.
Tal vez me odiarías o te odiaría. Tal vez la habríamos cagado.

Me encantaría saberlo.

Noviembre lleva siempre tu olor y tus pecas
Es llegar noviembre y el invierno se adelanta.
Recuerdo momentos tan nítidos, tan tristes. Tan felices a veces.

Este año te quiero dar las gracias por enseñarme que cuando realmente amas a alguien, a veces tienes que dejarlo ir. Gracias por dejarme ir. Por quererme así. Porque nadie nunca tuvo mayor gesto de amor hacia mí que el que tú tuviste soltándome.

Un noviembre menos para vernos.

ídem.-
Hace demasiado que no hago esto.
He hecho esto demasiadas veces
(y no se hace más fácil).

Ultimamente me he dado cuenta de que realmente, mi problema, siempre he sido yo.
Yo y mi complejo de ONG.
Yo y mi carencia afectiva
Y mis complejos
Y mi vacío
Y mis cicatrices.

Me he autoboicoteado. Me he agarrado a muchos clavos ardiendo, desde hace unos años. Y eso no es precisamente sano.

Ojalá oírte aconsejarme.

Ahora estoy bien, salvo cuando tengo que estar mal. Salvo cuando necesito estarlo. Me doy tiempo para estarlo. Me doy tiempo para recomponerme y para deshacerme cuando es necesario.

Estas líneas siempre han sido una forma de desahogarme, sin que nadie me juzgara. Espero que sea así a día de hoy, aunque me leas. Porque sé que lo haces.

Necesito cambiar yo. Puede que lo necesite. Pero también siento que he tocado demasiadas versiones distintas de mí misma en mis 23 años, y que la más sana (no la más fácil), es la que soy hoy. La versión que se autorrenueva, que se quiere mucho (o lo intenta).
La que no te olvida nunca
La que te llora
La que no te va a perdonar nunca, pero te quiere
La que te mira y se deshace y le jode
La que está enamorada de ti
La que se hace la dura porque eres imbécil
La que duerme sola y le encanta.
La que no duerme bien pero no pasa nada.

La borde, la traumada, la “quiéntevaaquerer”, la sensible, la responsable y la insegura.

Todas esas creo que terminarán reduciéndose, y que terminará quedando sólo las buenas.

El tiempo no cura nada, pero ayuda a que te cures.
El tiempo es vital, necesario, cuando llevabas 3 años sin tenerlo.
Es el tiempo que ya no tienes y que siento que tengo la responsabilidad de invertir bien, de aprovechar.

Intento hacerlo bien, que estés orgulloso.

martes, 28 de mayo de 2019

Ojalá supiera la manera
De volver atrás
Con las uñas mordidas, 
Con los labios cortados
Y descalza

Ojalá tuviera la fórmula
Para hacer que volvieras
Con tu fuego y tus pecas
Con tu voz, con tu sonrisa.

Si acaso yo supiera cómo
O me acercara al porqué de todo
Si yo pudiera, créeme, volvería atrás
Y me ataría a ti, para no perderte nunca
Y no serías tú, mi bala en la nuca.

Si por arte de magia le diera a replay
Me encargaría de memorizar
Tu tacto, tu risa
Tus bromas
Y pararía.

Pararía el tiempo ahí, en ese preciso instante 
En el que me estás mirando
En el que todo vale, y nada importa
Solo poder tenerte delante.

Sería otro, no tú, tal vez
Al que escribiera,
Sería otra, no yo, quizás
Quien le escribiera.

Si tú estuvieras, si yo siguiera
Viva,
Si ambos hubiésemos parado el tiempo
Tal vez seguiría cantando
Y tú tocando(me)
Y yo mirándote mientras tanto.